En muchas regiones del mundo, la migración añade una nueva dimensión al problema del trabajo infantil, al exponer a numerosos niños a la posible explotación de los traficantes. El presente artículo describe el modo en que los migrantes pueden caer en la trampa del tráfico y la manera en que la OIT trabaja para detener este tipo de abuso, una de las peores formas de trabajo infantil.